Dicen que hace años, en un aula cualquiera,
hubo un alumno que siempre estuvo presente,
pero jamás fue visto.
Sentado al fondo, anotando cosas que nadie decía,
copiando pensamientos en lugar de apuntes,
escuchando más de lo que hablaba.
Nadie lo extrañó cuando dejó de venir.
Solo quedó una receta en su carpeta,
escrita como un hechizo disfrazado de bebida.
Una mezcla imposible, amarga, dulce, ácida.
Un trago que no embriaga el cuerpo,
sino los recuerdos.
No lo tomes si estás bien.
No lo tomes si buscás pasarla bien.
Solo tomalo si alguna vez fuiste el que nadie vio.
Porque al final del vaso,
la pizarra resuena…
y los olvidados contestan.
_Rescatado de un cajón olvidado, donde incluso los profesores temían mirar… ..._